El nudismo en los medios. Nudism & media

Foto: Ayuntamiento de Vera

Cartas al director
Vera: Paraíso perdido

F.J. Perales, deGranada, escribe: La historia de Vera es una historia harto repetida en el litoral español durante las últimas décadas, aunque pensábamos que precisamente por ello los controles institucionales iban a evitar su reproducción. Hace escasos años, una hermosa playa se extendía a lo largo de unos seis kilómetros entre los núcleos de Garrucha y Villaricos, salpicada tan sólo por un complejo naturista y una selecta urbanización de casas con una o dos alturas. Lamentablemente poco duró esa idílica visión: la fiebre especulativa alteró radicalmente en sólo cuatro años el paisaje que conformaron los siglos y donde correteaban conejos en libertad, sobrevolaban aves de múltiples especies o recorrían caminantes solitarios. No solamente se ha plagado de urbanizaciones ya concluidas o en fase de construcción a lo largo de la franja comprendida entre la carretera y la línea costera, también se alza un parque acuático sobre lo que era un promontorio salpicado de pinos, hoteles de alta capacidad o comercios diversos. Todo ello bajo una apariencia de abandono o vetustez, impropia de su corta existencia, cuya responsabilidad se achacan empresas y Ayuntamiento en un incesante peloteo, y cerniéndose sobre aquellas la potencial amenaza de las gotas frías tan comunes en estas latitudes. Pero es más, la voracidad constructora ha traspasado la franja de la carretera e inunda ya los terrenos colindantes e interiores, pasando por encima de una vegetación natural desarrollada milagrosamente en una condiciones ambientales extremas. Del resto de los espacios que aún sobreviven la visión no puede ser más pesimista: extracción de áridos, aterrazamientos, zanjas, escombreras, plásticos, balsas abandonadas, naves, nuevas urbanizaciones, pistas de motos, etc, macabro espectáculo al que asisten impasibles o cómplices las autoridades que deberían estar obligadas a preservarlo, aunque a buen seguro todo lo justificarán en favor del progreso . Frente a un modelo turístico que podía haber apostado claramente por una cierta compatibilidad con la conservación de los valores naturales del entorno y atraer, de esta manera, a unos visitantes de calidad seducidos por un paisaje singular en Europa, se ha apostado por un turismo de masas, asentado sobre cualquier metro cuadrado de suelo disponible y en un medio progresivamente degradado. No cabe duda de que algún día esos turistas, asustados por los resultados de este desenfreno urbanístico al que la inmoral connivencia entre políticos y constructores ha conducido, se quedarán en sus casas o buscarán mejores horizontes lejos de aquí. FUENTE: El Ideal