Nudo. El nudismo en los medios. Nudism & media

sábado, agosto 23, 2003

Opinión / Jose Luis Quintela Julián
Desnudos y decencia

[...] Cada vez más, de una forma especialmente notoria en los últimos años, somos muchos y muchos los ciudadanos que optamos por el nudismo. Este, que trasciende con mucho el ir a la playa con o sin bañador, está mucho más relacionado con una actitud más integradora y respetuosa con la Naturaleza, y con las demás personas, prescindiendo de lo que no se necesita, el bañador por razones operativas -por incómodo y perjudicial en el baño, al mantener la humedad en el abdomen-, pero también por lo absurdo de, en desnudez, tener que tapar una parte específica del cuerpo, sin que se sepa bien la razón. Mi experiencia, siempre discutible, de más de diez años de naturismo, es que una playa nudista es silenciosa y tranquila, sus usuarios recogen generalmente su basura y hay más respeto.
 
Viene todo ello a cuento a la zaga de la noticia de Antonio, el chico que, según la prensa, optó por desnudarse en la cala de San Roque, dividiendo la opinión de los presentes. Y es bien cierto que, desde la desaparición del delito de escándalo público, el nudismo es tolerado en toda la costa de España. No existe corpus legislativo en que basarse para pedirle a una persona que se cubra -o se descubra- en relación a la naturaleza nudista o no de una playa, que siempre es informativa. Porque también es verdad -y ya saben que nuestro talante es conciliador- que, vista la pluralidad de opiniones y de playas, parece que todos, al menos en Galicia, podremos ponernos fácilmente de acuerdo y vivir a gusto -con bañador o sin él- según nuestra preferencia.
 
Pero hay dos factores que, de alguna forma, hacen esta armonía más difícil. El primero es el abarrote cada vez más patente del limitado parque de playas con tradición naturista. En el entorno de Coruña, desde la de la Isla Carboeira -también llamada de Insua-, hasta la de Barrañán, pasando por las calas de Carnoeado o las exiguas playas de la ría, a la sazón la caleta de Santa Cruz y Bastiagueiro Pequeno, en general la afluencia se ha ido multiplicando en los últimos años, de forma que hay que desplazarse hasta la tranquila Ponzos, por ejemplo, para encontrar la todavía paradisíaca sensación que existía en las otras hace unos años. Consecuencia de ello es la necesidad de consensuar más playas para el naturismo, lo cual no se ha producido, en términos generales, en los últimos años.
 
Un segundo factor, que agrava el primero, es la fuerte presencia textil de arenales consuetudinariamente dedicados al nudismo, con lo que se resiente todavía más su limitado aforo. En efecto, sobre todo con lo más fuerte del verano, playas y calas tradicionalmente nudistas son visitadas por personas con bañador que, aunque siempre bienvenidas, en alguna ocasión aislada han arremetido contra el usuario naturista.
 
Pues todo esto es lo que, quizá, podría estar sobre el tapete -arenoso- días pasados, cuando al espontáneo se le ocurrió tomar el sol desnudo en San Roque, con la Ley de su parte, pero en un entorno hasta entonces textil. Y se levantaron chispas. Aunque lo mismo ocurrió en Vigo hace ahora un mes, parece que con más éxito para el naturismo, ya que ha ido teniendo continuidad.
 
Pero lo que a mí me resulta sorprendente en el caso, y hablo de oídas, refiriendo la noticia en LA OPINIÓN, es la presunta reacción de un primer bañista, que increpó al joven, recordándole que allí había mujeres y niños (?) y apelando a la decencia... ¿Y qué tendrá que ver la decencia?, digo yo. Comentaba hoy, en el marco incomparable de Barrañán, que el fenómeno nudista es hoy expansivo. [...] No me parece que la acción del bañista de San Roque fuese por nada indecente. Quizá, eso sí, un poco inoportuna... FUENTE: La Opinión A Coruña

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